miércoles, 21 de noviembre de 2007

OBLIGADO ES HOY



Vuelta de Obligado...Mas que una Batalla
Cont. Enrique Fernando Marañon
Partido Fuerza Patriotica de Santiago del Estero
(Publicado por El Liberal de Santiago del Estero)
El 20 de noviembre de 1845 es una fecha en la cual la mayoría de los argentinos la hemos borrado de nuestra memoria colectiva, salvo el espíritu patriótico de un puñado de hombres y mujeres nacionalistas que ven en ella el verdadero sentir de lo que significa la defensa de nuestra soberanía nacional. Para los que profesan la ideología de la defensa de nuestro territorio y Estado Nacional, de sus buenas costumbres, de su cultura y su lengua, de su comercio e industria, de la convivencia armoniosa que nos debemos más como compatriotas que como ciudadanos, donde reflote en lo profundo del corazón, el poder cantar nuestro himno sin vergüenza alguna, con orgullo, con garra y fervor, conociendo y aprendiendo de nuestro pasado sin rencores, sin divisiones, sin venganzas, principalmente sellando heridas aún abiertas. Vuelta de Obligado, más que una batalla representa el valor y entrega de compatriotas que a pesar de la adversidad en armas y equipos notablemente superior de la escuadra enemiga franco-inglesa, supieron derramar su sangre con coraje y fervor, defendiendo las aguas de nuestra Nación ante el atropello extranjero. Imponer el comercio monopolista de las monarquías europeas en el territorio de la Confederación Argentina., fue la causa principal que llevó la inquebrantable voluntad de don Juan Manuel de Rosas, de no ceder ante las pretensiones imperialistas principalmente de Gran Bretaña y oponer resistencia en los márgenes del río Paraná donde con total impunidad, navegaban las escuadras europeas. En 1982, 137 años más tarde, volveríamos a reclamar la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas con el mismo afán y tesón que el coronel Lucio Mansilla supo arengar a sus tropas antes de entrar en batalla: “¡Allá los tenéis! Considerad el insulto que hacen a la soberanía de nuestra patria, al navegar, sin más título que la fuerza, las aguas de un río que corre por el territorio de nuestro país. ¡Pero no lo conseguirán impunemente! Trémola en el Paraná el pabellón azul y blanco, y debemos morir todos antes de verlo bajar de donde flamea”
Palabras del Cda. Guillermo Rojas en el acto de conmemoración del Combate de Obligado en la Ciudad del Santiago del Estero:

Estimados Camaradas:

Agradezco de todo corazón a la gente de Fuerza Patriótica que me hayan permitido hablarles en esta fecha fastuosa. Fecha que nos llama al recuerdo y al mismo tiempo a la reflexión sobre lo que ocurre en nuestra querida Argentina en la actualidad. Fecha meticulosamente silenciada por todo el Sistema que no hace más que defender lo que le es propio: la entrega, el colonialismo, los designios del Imperio, que mediante sus amanuenses, saquea a la Nación en lo económico y cultural y se dedica con esmero a la destrucción moral de la misma. No vamos a pretender que festejen el día de la Soberanía Nacional aquellos que aborrecen de ella.
Este aniversario, de aquel 20 de noviembre de 1945, nos impregna con imágenes de otra Argentina. Una Argentina mucho más humilde materialmente, pero al mismo tiempo mucho mas entregada en la defensa de lo que le correspondía por derecho, mucho más digna, sufrida y sacrificada: la Patria Vieja de la que, aquellos que pasamos el medio siglo, aun recordamos en los relatos de nuestros abuelos. Una Argentina gobernada por gauchos estadistas, atada a las tradiciones, religada con Dios Uno y Trino, devota de su Santa Madre. Tradiciones y religión heredadas de la noble España, de la fuerte madre España, aquella a la que le cantara el bardo oriental, diciendo que encarnaba la noble raza en cuyo pecho, si un Mundo se estrello, se hizo pedazos.
La Argentina donde gobernaba Juan Manuel, que más podemos decir de ello, con solo mencionarlo los que conocemos minimamente la historia Patria lo consideramos todo dicho. Impensable era que un Gigante de su talla dejara pasar impune el insulto de invasores, piratas y masones.
Como impensable es que hoy el pensamiento políticamente correcto imperante, no catalogara aquella reacción como propia de un espíritu bárbaro y belicista, dictatorial y atávico.
Claro, atreverse a desafiar a la “civilización” mediante las armas, hubiera sido para ellos, los bienpensantes “una locura”, haber enviado a la muerte a 240 hombres, tratando de impedir que los emisarios de la centralidad nos hicieran “entrar al mundo” como lo dicen hoy con pedantería los tilingos de la derecha, hubiera sido un crimen de “lesa humanidad”.
También en aquel entonces se pagaba por cada nombre de supuestos muertos por Rosas, para ser publicado en las tablas de sangre. Todavía no se habían ideado parques de la memoria, “holocaustos argentinos” ni cifras mentirosas como logotipos infames de la vanalizaciòn histórica.
Pero la defensa de la Nación se hizo en Obligado, con escasos medios, con coraje de sobra con dignidad a raudales y finalmente el liberalismo masónico, el progresismo de entonces debió retroceder y marcharse de nuestras costas y de nuestros ríos llevándose con ellos al delincuente Garibaldi, el Che Guevara de entonces, y su gavilla de saqueadores violadores y homicidas. Hoy hubieran sido caracterizados, por el zurderio, los payasos de los medios y el Estado Argentino, como “jóvenes idealistas que venían a luchar por un mundo mejor”. Como no podía ser de otra forma hoy este italiano invasor y ladrón tiene un monumento en el centro de Buenos Aires. La historia oficial de Argentina es un canto a la mentira, la traición, el latrocinio y el crimen.
Obligado se hizo, la Patria se defendió a los tiros como correspondía. Es nuestro ejemplo, a despecho de lo que hoy difunde el pacifismo cobarde y blanduzco con el que nos machacan desde la prensa y hasta alaba un coro de pastores felones y extrañamente “suaves”del tipo de los que Santiago recuerda con indignación y escándalo.
Por que Obligado, nuestro ejemplo a seguir, no es otra cosa que un jalón mas en esta larga lucha contra las pretensiones del Imperio, del Poder del Dinero, de la masonería, de la oligarquía cómplice, y de los traidores de diferente pelaje a izquierda y derecha.
Una lucha que comienza en la Reconquista, donde nos defendimos con hidalguía de las pretensiones británicas de convertirnos en una colonia más de sus dominios, contra muchos que bien se avenían al dominio ingles. Hubo un Liniers y un Alsaga, como en 1945 hubo un Rosas y un Mansilla. Hubo todo un pueblo de hombres y mujeres dispuestos a dar todo por Argentina, hasta la vida misma. Esa lucha por ellos emprendida continúa hoy, continua a pesar de que no se advierten hostilidades manifiestas.
La última eclosión, la última batalla de esta guerra inconclusa, el último jalón, fue la Gesta de Malvinas. La prueba a su vez más palpable de que Argentina es la piedra en el zapato del gigante sirviente del Dinero y del Sionismo. La demostración al mismo tiempo de que las grandes causas trascienden a los gobernantes y el destino de las naciones, es determinado misteriosa y sabiamente por la Providencia Divina, va más allá de esos circunstanciales personajes que ejercen el poder. Si durante Malvinas el gobierno no estaba a la altura de las circunstancias, si no había un Liniers o un Rosas, esa gesta florece en un abigarrado ramo de héroes que hoy custodian desde la turba, el Honor de nuestra Argentina. Hubo un Silva, un Estévez, heroicos y anónimos para el vulgo, pero que con grito de centinela nos señalan el puesto a ocupar en este combate por el alma de la patria, no solo por su territorio, por el honor, no solo por la tierra.
La Reconquista, Obligado y Malvinas, tres combates de una guerra inconclusa cuyas dos ultimas batallas tuvieron consecuencia. No nos la íbamos a llevar de arriba
Ocho años después de Obligado seria sancionada la Constitución masónica de 1853, copia de las mejores piezas jurídicas del Imperio, para darnos un gobierno calcado de los países del norte, para que dejáramos de ser nosotros mismos y nos conviviéramos en símiles de ellos, de los enemigos. Ese era nuestro castigo volvernos como ellos y desaparecer como nosotros mismos. La base del vaciamiento cultural que hoy sufrimos. Las consecuencias también están a la vista hoy.
Peor aun serian las consecuencias de la batalla de Malvinas y que podemos apreciar directamente, observando en lo que se ha convertido la sociedad argentina, moldeada en un lavado de cerebro colectivo, mientras se redobla el saqueo de una forma nunca vista. La contracara de la diosa democracia, sacada de las sentinas de la Task Force, es la explosión de la pobreza y la miseria tanto material como moral que se abate sobre nuestro pueblo al par que se lo masifica y prostituye de mil maneras. La inseguridad y el crimen. La indefensión, el hambre y la droga. Una sucesión de gobiernos uno más traidor que el otro, mentiroso, corrupto y pervertido tanto en la conducta como en la ideología. Todos rinden pleitesía al Imperio, al mundialismo que es la doctrina que los anima. La destrucción de la Nación es lo que desean. La entronización del gobierno mundial y la final disolución de todo lo que amamos: la religión, convertida en un movimiento de animación espiritual de la democracia, la patria como sostiene los epígonos del “mundo Uno”, un recuerdo del pasado, la familia destruida en su naturaleza por la ruptura del principio de autoridad y el pan sexualismo y convertida en un engendro abierto la homosexualidad, y a cualquier degradación siempre que sea progresista.
Luego de la derrota de Malvinas hemos recibido una fuerte cucharada de la medicina que destruye a la Nación a favor del Imperio, que anhela un orden internacionalista o mundialista con las naciones disueltas. En eso nos debatimos ahora, contra ese monstruo peleamos, cada uno como puede. Por eso debemos organizarnos, predicar y difundir, esclarecer y mostrar el camino a seguir pues aun no llega lo peor. Debemos luchar. La lucha es el único camino digno que tenemos adelante.
Camaradas: Obligado es Hoy, no es un acontecimiento que recordamos como quien recuerda un cumpleaños. Obligado es Hoy por que contra el mismo enemigo, infinitamente más poderoso que en el siglo XIX, tenemos una batalla pendiente. El campo del Honor nos esta esperando. Obligado es Hoy, por que los héroes y mártires de la Reconquista, de las barrancas del Paraná y de Malvinas esperan que los emulemos. Pensemos que esa lucha aun pendiente determinará nuestro futuro como entidad soberana. Nadie se engañe, no existe otro camino que ese, no hay solución de avenimiento, no hay solución antiséptica, sin el agregado de muertos a los que ya hemos sufridos.
Camaradas: Miremos de frente al enemigo, que tanto interno o exterior sirven a lo mismo, al mismo amo. Mirémoslo de frente gritando con todas nuestras fuerzas
ARRIBA ARGENTINA, VIVA LA PATRIA¡¡¡¡¡¡¡

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