martes, 23 de marzo de 2010

SILENCIO HIPÓCRITA


Mientras que el Vaticano guarda espeso silencio en relación a la necesaria y justa excomunión del Rey Juan Carlos I de España, aun resuenan los ecos de la hipócrita respuesta de la Conferencia Episcopal Española quien a través de su vocero habría dicho que: la Conferencia Episcopal no tiene un juicios sobre el acto del monarca y reiteró que "es distinto y con una calificación moral distinta a la de los parlamentarios que dan su sí o su no a una ley" o sea que el Borbón seria una especie de Dios, para él no correrían las sanciones del Código de Derecho Canónico. La Jerarquía de la Iglesia ya nos tiene acostumbrados a estas agachadas y estos disparates tanto aquí como allá. No esperábamos otra cosa.
En realidad lo que nos dice el vocero y obispo auxiliar de Madrid Mons. Martinez Caminos es que está justificada una inmoralidad (firmar la ley del aborto) apelando a un interés superior (la estabilidad del Estado, que identifica erróneamente con la monarquía).
El aborto tiene el mismo mecanismo lógico: se comete una inmoralidad, un crimen ( la eliminación de una vida inocente) considerando que hay intereses más importantes como el deseo de la madre, la libertad y cuanta otra puñeteria progresista se pueda ocurrir. Este obispo sabe de sobra que el Rey podría no firmar y abdicar también sabe que la excomunión en la cuestión del aborto es "latae sententia" por muchos paños tibios que quiera poner. Lógicamente si el Rey abdica corre el peligro ( él y su troup) de salir menos o tal vez ser desterrado de la revista Hola.

Foto: Juan Carlos I y el Generalisimo Francisco Franco

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