jueves, 5 de febrero de 2015

RELIGIÓN NOAQUIDA


Maqueta del nuevo templo de Jerusalen

¿DELIRIO TALMÚDICO O RELIGIÓN DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL?

Uno de los elementos del Nuevo Orden Mundial es el elemento religioso. A diferencia de otros movimientos utopistas que combatieron, muchas veces en forma cruel, las religiones, este trata inteligentemente de incorporarlas con características propias como ya dijéramos " se inclina por  una religión universal, en la cual, según sus creencias, cada persona lograría la perfección (curiosamente similar al ecumenismo  que difunde actualmente la Iglesia Católica)". Al menos de esa manera lo ven algunos estudiosos. Otros si bien asienten en esto de la licuefacción de todas las religiones en una, son bastante mas específicos cuando hablan del tema haciendo referencia al origen talmúdico de la supuesta religión del NOM que lo pinta como un utopismo mesianista, ello sería lo que impulsa a ciertos personajes encumbrados de la oligarquía financiera y al mismo Estado de Israel a financiar proyectos delirantes como la reconstrucción del templo de Jerusalén destruido por los romanos hace dos mil años  y que según algunas organizaciones sionistas como el Instituto del Templo "Será entonces un polo de inspiración y peregrinación para todos los pueblos... reunificará a la humanidad". Subimos aquí un trabajo realizado por sectores del tradicionalismo católico, pero que mas allá de esa particularidad, con la que se puede coincidir o no, explica de forma simple a que nos referimos cuando hablamos de la religión del Nuevo Orden Mundial

"Pierre Hillard es doctor en ciencias políticas y un ensayista francés. Es un especialista del mundialismo y critica lo que interpreta como un proceso tecnocrático de descomposición de las naciones y de unificación del mundo. Partiendo de sus trabajos sobre las minorías y los independentismos, remonta progresivamente hasta las fuentes mesiánicas más antiguas del proyecto mundialista, sus ambiciones y sus metas. ¿La llegada de un Estado mundial es ineluctable? ¿Qué metafísica subace en esa ambición totalitaria? ¿Quién quiere reconstruir Babel? ¿Qué es el noaquismo? ¿Quién quiere una nueva religión mundial?
Después de haber explorado los secretos de las organizaciones supra e infraestatales que quieren disolver las naciones, orienta ahora sus trabajos hacia lo que considera que es el corazón y la matriz del mundialismo así como su meta final: el estabelcimiento de una religión mundial dirigida por un pueblo de sacerdotes de la humanidad.
Esta religión es el noaquismo, y no puede extenderse plenamente más que después de la destrucción del principal obstáculo que se encuentra en su camino: la religión católica romana.

¿Qué es el noaquismo?
Las modificaciones del rito de ordenación de 1968 (“Pontificalis Romani”) demuestran, a partir de textos oficiales que nos deberían hacer reflexionar, la probable extinción de la sucesión apostólica. Como la naturaleza no conoce el vacío, esta debe ser reemplazada por otra forma de espiritualidad llamada noaquismo o religión universal (ley de Noé) que camina de la mano de una política universal.
El noaquismo provienen directamente del judaïsmo talmúdico y se aplica únicamente a los gentiles (los no judíos). Esta religión universal está subdividida en 7 mandamientos: el primero prescribe la obligación de tener jueces (para hacer respetar las leyes), los otros prohiben el sacrilegio, el politeísmo, el incesto, el homicidio, y el uso de un miembro de un animal vivo.
Mientras que los gentiles están dirigidos por esta religión, el pueblo judío regido por el mosaísmo (la ley de Moisés) es considerado el pueblo saderdote. este sacerdocio israelita, que constituye el corazón de la humanidad, es el intermediario entre los gentiles y el Dios único (el monoteísmo). En este pensamiento, el catolicismo es considerado un politeísmo a causa del concepto de la Santa Trinidad (idolatría o triteísmo) según los rabinos talmúdicos)
Para comprender el esquema del noaquismo, la religión católica debe proceder a una refundición completa que rechace la Santa Trinidad y la divinidad de Cristo. Esta mutación debe desembocar en el “catolicismo de Israel”, según la expresión del rabino Elie Benamozegh (“Israel y la Humanidad”), obra que engloba el pensamiento talmúdico. El autor afirma: “Todo aquel que abjure la idolatría es un verdadero judío. Todo aquel que rechace el politeísmo confiesa toda la ley”.
Como prolongación natural de este ideal, el judaísmo talmúdico reconstruye la unidad de la familia humana para conducirla hacia un nuevo Jardín del Edén (la perfección se encuentra al final) en la espera de la llegada del mesías. Lógicamente el rabino Benamozegh precisa: “De ahí esa hermosa teoría de la Cábala que hace de la unión y de la concordía de los espíritus en la tierra el medio de llevar a cabo la llegada y el establecimiento de la divinidad sobre la tierra.”
Esta esperanza de felicidad puramente terrenal reposa sobre la idea del “progreso”, que encontramos bajo formas variadas en el marxismo y el liberalismo, se encuentra en completa contradicción con el catolicismo. La religión trinitaria, que considera que el paso por este mundo es una serie de pruebas y es como un trampolín, tiene una esperanza celeste. Estos dos univesalismos son incompatibles. Esto no le ha impedido a las autoridades de la Iglesia, desde Vativano II, afirmar en una obra titulada “El pueblo judío y sus santas Escrituras en la Biblia cristiana”, que la “espera judía mesiánica no es vana” (cap, II, A5). Desde un punto de vista católico, esta afirmación es una herejía, ya que Cristo es el Mesías, llegado hace 2000 años. Esta contradicción flagrante no ha impedido que este libro, publicado en 2005, tenga como prologista… al cardenal Joseph Ratzinger.
Este noaquismo se impone cada vez más en la estructuras mentales. El Congreso de los EE.UU adoptó en el marco de la “Educación Day”, el 26 de marzo de 1991, el reconocimiento de las leyes noaquidas “como zócalo de la sociedad norteamericana”. Pero parece que las cosas se aceleran. En efecto, el 23 de septiembre de 2012, todas las comunidades judías del mundo han llamado, por medio de una breve oración, la llegada del Mesías (Mashia´h). Para los católicos, esto equivale a llamar al anticristo. Si tenemos en cuenta la delicuescencia de la Iglesia desde Vaticano II, esta oración es como una llamada a una mutación profunda. Cierto es que el mundialismo es un mesianismo con prisas. 
 http://www.alertadigital.com/2013/08/09/que-es-el-noaquismo/

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